viernes, 23 de octubre de 2015

DECÁLOGO PARA UNA BUENA CLASE



1.       Planea inicio-desarrollo y cierre de la clase  (defina su objetivo de aprendizaje, sus momentos (apertura, desarrollo y cierra, así como modalidades de agrupamiento) y tiempos para cada una de las actividades.

2.       Haga que sus estudiantes pasen más del 80% de la clase en actividades de aprendizaje relacionadas con el área que se está trabajando. Aproveche la  clase anterior y las experiencias previas de los estudiantes

3.       En cuanto a su discurso. Distribuya de manera equilibrada el tiempo entre las intervenciones propias y de los estudiantes, alternando la participación de ellos. (Use estrategias de trabajo colaborativo) Selecciona la metodología apropiada, consistente con los contenidos y las características del curso.

4.       Seleccione bien los materiales de su clase. Que sean apropiados para  promover el aprendizaje.  Es mejor que zozobren y no que fa falten ( que haya material para todos)

5.       Motive a sus estudiantes para que participen en situaciones de aprendizaje cooperativo y/o colaborativo. (asigne roles, vincúlelos a las tareas de gestión en el aula (coordinador, manejo de materiales, listas,…)

6.       Cerciórese que sus estudiantes hayan entendido las instrucciones y realicen las actividades de manera organizada cumpliendo con el objetivo de la clase. Trabaje con problemas y desafíos interesantes

7.       Mantenga el control de la clase. Observe constantemente el trabajo de los estudiantes, recoja evidencias, esté presto a solucionar las dificultades para poderlos apoyar.

8.       Aproveche el entorno para  realimentar a los estudiantes con comentarios, analogías, preguntas, contraejemplos y ejemplos de solución a problemas parecidos. Que ellos encuentren las respuestas al trabajo que realizan

9.       Haga posible que sus estudiantes enfrenten los errores del aprendizaje a partir de sus propias  reflexiones y ayúdelos a encontrar el camino apropiado

10.   Prepara actividades de evaluación para verificar lo aprendido y retroalimentar el proceso. Evalúe constantemente  su trabajo y realice una memoria de lo que fue su clase.

jueves, 15 de octubre de 2015

ORGANIZADORES GRÁFICOS

Los organizadores gráficos son herramientas visuales no lingüísticas que permiten al estudiante:


·         Conectar la información nueva a sus conocimientos.
·         Descubrir cómo los conceptos se relacionan entre sí.
·         Recordar la información fácilmente.
·         Establecer relaciones visuales entre los conceptos de un texto.


Esta es una recopilación de algunos organizadores que pueden ser usados como apoyo para el desarrollo del protocolo 4.1.A. y que esperamos sean de gran utilidad para los docentes en sus aulas.

domingo, 11 de octubre de 2015

La gamificación como herramienta de aprendizaje

La gamificación[1] como herramienta de aprendizaje

Por John Jairo Botero González[2]
La voz de Serrat le da otra razón al ambienteEn cualquier circunstancia por lastimosa que sea, busca la manera de comer perdices; que a pesar de lo alto que nos coloquen el listón, hay que brincar con la intención de ser felices”. El aula es pequeña y los 4 ventiladores no riñen con la escena fonológica. Los 29 chiquillos saben abstraer el ruido de la melodía y se mantienen en sus labores. En uno de los cuatro rincones del aula está la maestra,  de vez en cuando levanta la mirada y pronuncia la palabra “amigo” o “amiga” para precisar un comportamiento.

En el tablero se lee, al costado derecho los nombres de los tres supermatemáticos del salón. al derecho, los nombres con el record de los mejores lectores del aula. En otro rincón, un estante desvencijado, donde yacen muchas cartillas que la maestra ha acumulado. Sobre las paredes algunas letras en fomy le dan un toque de alegría escolar al aula. Al occidente, un enorme ventanal deja que la luz y el sol se cuelen por entre los barrotes al igual que el ruido del enorme patio de la escuela.

Para María Elena Salazar[3], son muchos años frente a un aula, tantos como la memoria recuerda - “más de 20” -dice con su amplia sonrisa blanca- “pero no los suficientes para mantener la maravilla de la educación”- riposta como quien no quiere dejar al azar su orgullo por lo que hace, una fidelidad absoluta a sus principios y a sus amores. Alta y recia, con el carisma que le dejó el colegio de monjas donde estudió, María Elena, como diría alguien, es anticuada. Cree firmemente en las virtudes heroicas y como Don Quijote, lucha por defender las causas nobles, por proteger a los desvalidos, por anteponer —frente a cualquier otra consideración y beneficio— el honor, la lealtad, la honradez, el sacrificio total por los ideales que defiende, y el amor y la fidelidad a sus principios inquebrantables con la educación.

María Elena tiene la misma capacidad de asombro de sus niños. Cuando se le eligió, junto a otras 3 maestras para mostrar sus clases inspiradoras, abrió sus grandes ojos, aumentados por el lente de sus gafas metálicas. ¡Se asombró! cuando le di la buena nueva dijo: “Asumiré la responsabilidad. La escuela refleja fielmente a la sociedad. Forma parte esencial de nuestra responsabilidad inspirar a los niños, originar o evitar acontecimientos. El proceder educativo debe ser libre, crítico y creativo”, al mismo tiempo apura sus niños para que vayan al restaurante -”vamos amigos, vamos”-

Es un grado segundo y como en todas las aulas, son más las niñas. “Sueño con que sean algo más que madres. Porque deben rebelarse al destino. Están para cosas grandes, Si” Lo dice una pereirana que por avatares del destino atracó en el puerto caldense, luego de alcanzar una licenciatura en la Universidad del Tolima. Poco a poco los niños retornan del restaurante y  se van alineando para continuar con la labor. La voz de Serrat volvía a inundar el ambiente como un susurro de lejanía:” Ella era una auténtica rana común que vivía ignorante de tal redentor, cazando al vuelo insectos de su alrededor sin importarle un rábano el porvenir.
“Sabes -me espetó- me gusta enseñar en contexto. Cada tema es una historia... por eso ambiento con canciones que dicen cosas, que cuentan historias, porque enseñar es vivificar momentos y despertar curiosidades” ahora el asombrado era yo, pero sin darme tiempo continuó...
“Ayer salí a cazar mariposas – los niños permanecían expectantes- pero no pude cazar ninguna. En cambio – toma una bolsa de su pupitre- encontré esto - ¡Bombas! - Gritaron al unísono los niños”
-Sí, y cada uno va a inflar una - dijo la maestra- Así empezaba una clase...con tanta normalidad como si cazar mariposas fuera tan común en ella, como la provocación al saber cada día en el aula... los ventiladores tiraban aire caliente, era septiembre y el fenómeno del niño golpeaba sin piedad en el puerto caldense. Los niños incólumes seguían a la maestra... ella  había marcado sílabas en las bombas que lo niños repintaron con marcadores gruesos y fueron formando palabras con una movilidad inusitada. Los tonos como las unidades de representación de una lengua a nivel fonético eran una realidad que flotaba en el ambiente de forma obvia. Luego la maestra pasó a marcar las silabas en una rueda grande con cartulinas de colores sobre el piso, que marcaban los golpes de voz, en un ritmo que los niños disfrutaban paso a paso... los niños fueron descubriendo silaba tras silaba las palabras que componían aquella canción de “Estrellita donde estás me pregunto quién serás. En el cielo o en el mar un diamante de verdad. Estrellita dónde estás me pregunto quién serás”... la recompensa llegó cuando la maestra sacó aquel paquete de barriletes que fue fracturando según el número de silabas. –cuántas silabas tiene estrellita- ¡Cuatro! gritaron. Partió dos barriletes y se fue de puesto en puesto, repartiendo cada mitad, Es- entregaba un trozo- tre- seguía repartiendo con una sonrisa en su rostro que como espejo devolvía el niño de turno. lli- sonreía dadivosa. ta. Se daba un respiro y buscaba otra palabra para fragmentar barriletes.

En el patio el sol pegaba con fuerza, mientras algunos niños hacían educación física... los escasos árboles del patio, no alcanzaban a dar la sombra que el ágora de la Policarpa necesitaba, pero los niños vivían felices de coexistir en una escuela blanca y bonita. Al final los chicos en grupo, sobre hojas con palabras  pre impresas, las dividen con propiedad. María Elena, repasa los conceptos y cierra la clase. Al ambiente vuelve la voz de Serrat. “Hoy puede ser un gran día donde todo está por descubrir, si lo empleas como el último que te toca vivir. Saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol y no dosifiques los placeres; si puedes, derróchalos”-pronto sonará la campana y mañana con el mismo fervor, 29 niños de la escuela Policarpa, del Instituto Nacional Dorada volverán al aula de María Elena a vivir la gamificación como herramienta de aprendizaje






[1] La gamificación consiste en tomar lo que hace de los juegos algo tan atractivo para los estudiantes, interpretar la mecánica que los hacen funcionar y aplicar esos conocimientos para hacer más eficiente el aprendizaje de los alumnos
[2] Tutor Programa Todos a Aprender PTA
[3] Docente Institución Educativa Dorada, mejor clase inspiradora de Caldas al Foro Educativo Nacional