La gamificación[1]
como herramienta de aprendizaje
Por John Jairo Botero González[2]
La voz de Serrat le da otra razón al ambiente “En cualquier circunstancia por
lastimosa que sea, busca la
manera de comer perdices; que a pesar de lo alto que nos coloquen el listón, hay que brincar con la intención de ser felices”. El aula es pequeña y
los 4 ventiladores no riñen con la escena fonológica. Los 29 chiquillos saben
abstraer el ruido de la melodía y se mantienen en sus labores. En uno de los
cuatro rincones del aula está la maestra,
de vez en cuando levanta la mirada y pronuncia la palabra “amigo” o
“amiga” para precisar un comportamiento.
En el
tablero se lee, al costado derecho los nombres de los tres supermatemáticos del
salón. al derecho, los nombres con el record de los mejores lectores del aula.
En otro rincón, un estante desvencijado, donde yacen muchas cartillas que la maestra
ha acumulado. Sobre las paredes algunas letras en fomy le dan un toque de
alegría escolar al aula. Al occidente, un enorme ventanal deja que la luz y el
sol se cuelen por entre los barrotes al igual que el ruido del enorme patio de
la escuela.
Para María
Elena Salazar[3], son
muchos años frente a un aula, tantos como la memoria recuerda - “más de 20”
-dice con su amplia sonrisa blanca- “pero no los suficientes para mantener la
maravilla de la educación”- riposta como quien no quiere dejar al azar su
orgullo por lo que hace, una fidelidad absoluta a sus principios y a sus
amores. Alta y recia, con el carisma que le dejó el colegio de monjas donde
estudió, María Elena, como diría alguien, es anticuada. Cree firmemente en las
virtudes heroicas y como Don Quijote, lucha por defender las causas nobles, por
proteger a los desvalidos, por anteponer —frente a cualquier otra consideración
y beneficio— el honor, la lealtad, la honradez, el sacrificio total por los
ideales que defiende, y el amor y la fidelidad a sus principios inquebrantables
con la educación.
María Elena tiene la misma capacidad de asombro de sus niños.
Cuando se le eligió, junto a otras 3 maestras para mostrar sus clases
inspiradoras, abrió sus grandes ojos, aumentados por el lente de sus gafas
metálicas. ¡Se asombró! cuando le di la buena nueva dijo: “Asumiré la responsabilidad. La escuela refleja fielmente a
la sociedad. Forma parte esencial de nuestra responsabilidad inspirar a los
niños, originar o evitar acontecimientos. El proceder educativo debe ser libre,
crítico y creativo”, al mismo tiempo apura sus niños para que vayan al
restaurante -”vamos amigos, vamos”-
Es un grado segundo y como en
todas las aulas, son más las niñas. “Sueño con que sean algo más que madres.
Porque deben rebelarse al destino. Están para cosas grandes, Si” Lo dice una
pereirana que por avatares del destino atracó en el puerto caldense, luego de
alcanzar una licenciatura en la Universidad del Tolima. Poco a poco los niños
retornan del restaurante y se van
alineando para continuar con la labor. La voz de Serrat volvía a inundar el
ambiente como un susurro de lejanía:”
Ella era una auténtica rana común que
vivía ignorante de tal redentor, cazando
al vuelo insectos de su alrededor sin importarle un rábano el porvenir.
“Sabes
-me espetó- me gusta enseñar en contexto. Cada tema es una historia... por eso
ambiento con canciones que dicen cosas, que cuentan historias, porque enseñar
es vivificar momentos y despertar curiosidades” ahora el asombrado era yo, pero
sin darme tiempo continuó...
“Ayer salí a cazar mariposas – los niños permanecían expectantes-
pero no pude cazar ninguna. En cambio – toma una bolsa de su pupitre- encontré
esto - ¡Bombas! - Gritaron al unísono los niños”
-Sí,
y cada uno va a inflar una - dijo la maestra- Así empezaba una clase...con
tanta normalidad como si cazar mariposas fuera tan común en ella, como la provocación
al saber cada día en el aula... los ventiladores tiraban aire caliente, era
septiembre y el fenómeno del niño golpeaba sin piedad en el puerto caldense.
Los niños incólumes seguían a la maestra... ella había marcado sílabas en las bombas que lo
niños repintaron con marcadores gruesos y fueron formando palabras con una
movilidad inusitada. Los tonos como las unidades de representación de una
lengua a nivel fonético eran una realidad que flotaba en el ambiente de forma
obvia. Luego la maestra pasó a marcar las silabas en una rueda grande con
cartulinas de colores sobre el piso, que marcaban los golpes de voz, en un
ritmo que los niños disfrutaban paso a paso... los niños fueron descubriendo
silaba tras silaba las palabras que componían aquella canción de “Estrellita
donde estás me pregunto quién serás. En el cielo o en el mar un diamante de
verdad. Estrellita dónde estás me pregunto quién serás”... la recompensa llegó
cuando la maestra sacó aquel paquete de barriletes que fue fracturando según el
número de silabas. –cuántas silabas tiene estrellita- ¡Cuatro! gritaron. Partió
dos barriletes y se fue de puesto en puesto, repartiendo cada mitad, Es- entregaba un trozo- tre- seguía repartiendo con una sonrisa
en su rostro que como espejo devolvía el niño de turno. lli- sonreía dadivosa. ta.
Se daba un respiro y buscaba otra palabra para fragmentar barriletes.
En
el patio el sol pegaba con fuerza, mientras algunos niños hacían educación
física... los escasos árboles del patio, no alcanzaban a dar la sombra que el ágora
de la Policarpa necesitaba, pero los niños vivían felices de coexistir en una
escuela blanca y bonita. Al final los chicos en grupo, sobre hojas con
palabras pre impresas, las dividen con
propiedad. María Elena, repasa los conceptos y cierra la clase. Al ambiente
vuelve la voz de Serrat. “Hoy puede ser un gran día donde todo está por
descubrir, si lo empleas como el último que te toca vivir. Saca de paseo a tus
instintos y ventílalos al sol y no dosifiques los placeres; si puedes,
derróchalos”-pronto sonará la campana y mañana con el mismo fervor, 29 niños de
la escuela Policarpa, del Instituto Nacional Dorada volverán al aula de María
Elena a vivir la gamificación como herramienta de aprendizaje
[1]
La gamificación consiste en tomar lo que hace de los juegos algo tan atractivo
para los estudiantes, interpretar la mecánica que los hacen funcionar y aplicar
esos conocimientos para hacer más eficiente el aprendizaje de los alumnos
[2]
Tutor Programa Todos a Aprender PTA
[3]
Docente Institución Educativa Dorada, mejor clase inspiradora de Caldas al Foro
Educativo Nacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario